El frío está llegando, nos trae días soleados y claros, atardeceres teñidos de rojo y hermosos paisajes en su versión más otoñal. Y para entrar en calor, nada como un caldo de puchero acompañado de una copita de vino en buena compañía.
Tras la vendimia, y con la llegada del frío, es tiempo de disfrutar de un buen vino.
Para degustarlo con más ganas, primero te recomendamos que descubras una de las rutas más singulares del municipio, la que se adentra por la Vall de Pop recorriendo los viñedos de la zona y caminos agrícolas alejados del tráfico.
Además, ahora es el momento en el que los colores del otoño resaltan más. Y en las horas de más sol, la tierra resplandece roja y las vides se van tiñendo de tonalidades ocres. A lo largo de la ruta BTT del moscatel o en la Ruta al Molí del Quisi, puedes admirar los paisajes abancalados que caracterizan nuestra orografía. Gran parte de ellos poseen viñedos donde crece la uva moscatel, con la que se elabora el famoso vino dulce del mismo nombre. De hecho, en Benissa hay dos variedades de uva autóctonas muy apreciadas, el Moscatel de Alejandría y el Giró.
Si te gusta la enología puedes ponerte en contacto con el Celler Joan de la Casa o con la Bodega Uvas Cabrera para concertar una cita y probar los vinos dulces que se producen en Benissa. Además, de paso, podrás seguir admirando la belleza de los paisajes abancalados del municipio. La primera bodega está en la partida de Benimarraig y la segunda en la de Benimallunt.
En cuanto a los recorridos a pie, tanto la ruta del Moscatel como la del Molí del Quisi son solo dos de las recomendaciones. Sin abandonar la temática vitivinícola, también podemos decantarnos por la ruta de los riuraus que pasa por algunos de los ejemplares más destacados de estas características construcciones dedicadas antaño a secar las uvas pasas. Se trata de un recorrido circular de unos 9 km que nos permite admirar 8 riuraus privados.
Estas opciones representan el mejor ejercicio para una escapada otoñal de fin de semana que incluya salir a pasear en familia, en pareja, con amigos, con tu mascota… y con el aliciente de que después la tradición marca tomarse un aperitivo al solecito en alguno de los locales con terracita del centro de Benissa. Y para comer, tú decides. La oferta en el municipio es amplia, sin necesidad de coger el coche. Y, ya sabes, hay que aprovechar y conocer de primera mano la cocina local. Los bares y restaurantes ofrecen menús que incluyen varios entrantes a modo de degustación de algunos de sus platos estrella, como el espencat, los figatells, la pilota de puchero, les coquetes, el puchero de pulpo, la ventresca de atún con cebolla… No dejes que te lo cuenten, ¡ven a vivirlo tú también!
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