¿Conoces las posibilidades que te brinda Benissa?

Descubrir la localidad es una de las citas imperdibles si veraneas o pasas unos días de escapada por el municipio de Benissa.

Porque no solo somos sol y playa

En esta ocasión vamos a recomendarte una propuesta para conocer bien el núcleo urbano de Benissa. Puedes aprovechar una mañana para adentrarte por las estrechas callejuelas de su centro histórico e iniciar un placentero viaje a pie por su historia. Disfrutarás de un agradable silencio, roto tan solo por el saludo de unos vecinos que se encuentran entre dos calles sin tráfico, por las golondrinas que revolotean entre las cornisas y por tus propias pisadas sobre el suelo empedrado. Verás un conjunto arquitectónico armonioso y vivo, bien cuidado.

Los edificios del centro presumen de sus largos años de solera, con sus muros y sus arcos de piedra, sus grandes portones de madera y sus fachadas caladas en blanco, con balcones y grandes ventanales enrejados por los que asoman flores. A lo largo del camino, encontrarás lugares donde hacer un alto. Sin prisas, disfrutando del momento. Podrás visitar alguna de sus casas museo –como la de Abargues– para hacerte una idea de cómo era la vida burguesa de antaño. Y tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de visitar la sede universitaria, pues ocupa dos casas señoriales rehabilitadas que poseen una gran belleza arquitectónica, o la actual biblioteca pública y el museo de arte contemporáneo, que se disponen en los edificios magníficamente recuperados de Les cases del Batlle, antiguos aposentos de los alcaldes locales.

Y por si te lo estás preguntando a estas alturas del recorrido, no todas las paradas serán de carácter cultural, también nos encontraremos con negocios que nos traen de regreso a la vida actual. Por ejemplo, alguno de los obradores donde adquirir las famosas cocas de mullaor recién horneadas y alguna de sus carnicerías, donde comprar algunos de sus típicos embutidos, como la sobrasada local que en nada envidia a su vecina balear. También podrás adquirir algún recuerdo en sus boutiques de ropa y joyerías, o la prensa del día en una librería para leerla mientras disfrutas de un típico almuerzo local en uno de los cafés que hay en torno a la plaza de la iglesia de la Purísima Xiqueta. Todo a pie.

Si la visita coincide con un sábado tendrás la ocasión de vivir como un auténtico local, adentrándote, tras el paseo por el centro, por las aledañas calles en las que discurre el mercadillo de ropa, frutas y verduras. Sin duda, el mejor lugar en el que adquirir los ingredientes más frescos y de proximidad.

Y si vienes con niños, no sufras. Ellos disfrutarán contigo de un recorrido por el que pueden circular libremente, pues apenas hay lugar para el tráfico y hay zonas ajardinadas, como la placeta de la Església Vella o la del convento de los padres franciscanos. Además, tras el almuerzo podrán jugar en el parque de Dolores Piera, que incluye un amplio espacio de columpios y un área ajardinada para el juego. Y así, casi sin darte cuenta, habrás pasado una mañana de lo más entretenida y completa.