A lo largo del paseo ecológico que recorre nuestra costa podemos observar en el mar manchas oscuras que destacan sobre otras zonas verde esmeralda. Son las praderas de posidonia oceánica, de gran importancia para el equilibrio de los ecosistemas marinos. Se trata de una planta marina exclusiva del Mediterráneo y protegida, pues da refugio a gran número de especies que se alimentan, se reproducen y se cobijan en estas praderas. Además, la posidonia filtra y oxigena las aguas, por lo que su presencia nos indica la buena calidad de las mismas.
Posee hojas verdes y alargadas, tallo, raíces, flores de color amarillo y frutos. En otoño sus hojas se renuevan y el oleaje arrastra hasta la orilla de las playas las hojas caídas, formándose acumulaciones que protegen la arena y amortiguan el impacto de las olas, especialmente durante los temporales. Su función, aún muerta, es de vital importancia y por eso es crucial no retirar estas acumulaciones hasta el inicio de la nueva temporada.