De arquitectura renacentista, sobrio y con robustos muros, su construcción supuso la ampliación de la localidad hacia el Oeste
En 1611 un grupo de Franciscanos se asentó en Benissa y apenas dos años más tarde, el 23 de septiembre de 1613, se inauguraba el Convento de la Inmaculada Concepción.
En aquel tiempo, la fundación del convento supuso la extensión del municipio hacia el Oeste, así como disponer de un nuevo baluarte donde protegerse de los ataques piratas, muy habituales en esa época.
Se trata de un edificio de arquitectura renacentista, muy sobrio y con robustos muros. En la fachada principal, el acceso a la iglesia está compuesto a modo de retablo. En el cuerpo inferior se sitúa la puerta bajo un arco encuadrado por dos columnas sobre pedestal. Mientras que el cuerpo superior lo conforma una hornacina –enmarcada por dos pilastras– que alberga una imagen de la Inmaculada, y dos pirámides coronadas con bolas, que denotan la influencia de la arquitectura herreriana.
Del edificio destacan la torre campanario y el claustro, ambos restaurados en 1992. Dentro de la iglesia encontramos un interesante retablo y un pequeño museo donde se pueden ver objetos procedentes del propio convento, del antiguo Colegio Seráfico o de recuerdos y donaciones realizadas por los frailes residentes a lo largo de su larga historia.
C/ Pare Zacarías, 27