Para 4 personas:
Se pone al fuego en una cazuela el aguardiente, el aceite y el azúcar, cuando esté hirviendo se le va añadiendo la harina hasta que quede una masa ligada. Se deja enfriar.
Se coge la masa y se extiende con un rodillo sobre una superficie lisa. Se cortan trozos circulares, se añade una cucharada de confitura de boniato en su interior y se dobla. El horno debe estar a temperatura alta. Una vez hechos y fríos se les espolvorea el azúcar glas.
Hervimos 1,5 kg de boniatos blancos. Con una aguja fina de lana los pinchamos para comprobar que están cocidos y apagamos el fuego. Una vez fríos, se pelan y se pesan. Se trituran con un tenedor y añadimos su peso en azúcar. En una cazuela de acero inoxidable se vierte el azúcar y los boniatos machacados. Se remueve a fuego lento con una cuchara de palo durante una media hora, hasta formar una confitura. Un poco antes de apagar el fuego, agregamos una ramita de canela y la ralladura de limón.